Aprender a comunicar(se) en las aulas
El currículo es un contexto de comunicación y las aulas, son
escenarios comunicativos en los que la educación se orienta al aprendizaje de
la comunicación.
En las aulas oscilaba entre la argumentación sociológica y la indagación
psicológica, es decir, entre el análisis del modo en que la escuela ayuda a difundir algunas ideologías y a transmitir
el conocimiento legítimo y el estudio de los procesos cognitivos
El aula ya no es sólo el
escenario físico del aprendizaje escolar, sino también ese escenario
comunicativo donde se habla y se escucha, donde se lee y se
escribe, donde unos se divierten y otros se aburren, donde se hacen amigos y
enemigos, donde se aprenden algunas destrezas, hábitos y conceptos a la vez que
se olvidan otras muchas cosas.
Competencia comunicativa
y educación
El objetivo esencial de la educación lingüística en la enseñanza
primaria y en la enseñanza secundaria es
la mejora del uso de esa herramienta de comunicación y de representación que es
el lenguaje.
De ahí la conveniencia de
que la educación lingüística (aunque no sólo la educación lingüística) se
oriente al dominio expresivo y comprensivo de los usos verbales y no verbales
de la comunicación humana, y por tanto a favorecer
desde el aula el aprendizaje de las
destrezas del hablar, escuchar, leer, entender y escribir.
Los actos de habla constituyen un aspecto esencial de la conducta
humana y en consecuencia de la identidad sociocultural de las personas.
Nada es más ajeno a la
vida en las aulas que el silencio: el habla de las personas debe entrar en
las aulas de forma que sea posible, como sugiere Luci Nussbaum (1991).
Leer, entender y escribir
Enseñar a leer, a entender y a escribir es hoy, como ayer, uno de
los objetivos esenciales de la educación obligatoria.
Sin embargo, al enseñar a
leer, a entender y a escribir la escuela favorece el aprendizaje escolar de
los contenidos educativos de las diversas áreas del currículo.
Al leer y al escribir
(y al hablar y al escuchar) los niños y las niñas aprenden también a usar el
lenguaje en su calidad (y en su cualidad) de herramienta de comunicación entre las personas y entre las
culturas.
La lectura en la enseñanza obligatoria: cualquier tiempo pasado no fue
mejor.
Tradicionalmente, la
lectura comprensiva vinculada al estudio, a la resolución de problemas y a
las actividades del comentario de textos ha constituido una actividad habitual
en las clases. Sin embargo, hoy las
cosas no son tan fáciles ya que, al compás de la incorporación a la
enseñanza obligatoria de adolescentes y jóvenes de muy diverso origen
sociocultural y con diversas capacidades, motivaciones y actitudes, el
profesorado constata una y otra vez, tanto
el escaso interés por la lectura de un sector significativo del alumnado
como sus dificultades a la hora de interpretar
de una manera correcta, adecuada y coherente el significado de los textos
escritos.
Frente a la obsesión actual de las administraciones
educativas por resolver los problemas de la educación a golpe de
ordenadores, y sin que ello suponga por mi parte una actitud apocalíptica ante
el uso de las nuevas tecnologías de la información en las aulas, convendría quizá volver a pensar en poner
el acento en la enseñanza de las destrezas lingüísticas esenciales en la
vida de las personas.
Aunque los tiempos
actuales inviten a instalarse en la aldea digital, seguimos habitando en la
Galaxia Guttemberg y por tanto sigue
siendo necesario crear y transformar el aula en un escenario comunicativo
implicado en la tarea de leer, entender y escribir a través de continuos actos
de lectura y escritura reflexiva y compartida.
Pueden revisar la lectura en el siguiente link:
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