viernes, 13 de mayo de 2016

Control de lectura 7. Aprender a comunicar(se) en las aulas

Aprender a comunicar(se) en las aulas


El currículo es un contexto de comunicación y las aulas, son escenarios comunicativos en los que la educación se orienta al aprendizaje de la comunicación.

En las aulas oscilaba entre la argumentación sociológica y la indagación psicológica, es decir, entre el análisis del modo en que la escuela ayuda a difundir algunas ideologías y a transmitir el conocimiento legítimo y el estudio de los procesos cognitivos

El aula ya no es sólo el escenario físico del aprendizaje escolar, sino también ese escenario comunicativo donde se habla y se escucha, donde se lee y se escribe, donde unos se divierten y otros se aburren, donde se hacen amigos y enemigos, donde se aprenden algunas destrezas, hábitos y conceptos a la vez que se olvidan otras muchas cosas. 

Competencia comunicativa y educación

El objetivo esencial de la educación lingüística en la enseñanza primaria y en la enseñanza secundaria es la mejora del uso de esa herramienta de comunicación y de representación que es el lenguaje.
De ahí la conveniencia de que la educación lingüística (aunque no sólo la educación lingüística) se oriente al dominio expresivo y comprensivo de los usos verbales y no verbales de la comunicación humana, y por tanto a favorecer desde el aula el aprendizaje de las destrezas del hablar, escuchar, leer, entender y escribir. 


Hablar en clase

Los actos de habla constituyen un aspecto esencial de la conducta humana y en consecuencia de la identidad sociocultural de las personas.





Nada es más ajeno a la vida en las aulas que el silencio: el habla de las personas debe entrar en las aulas de forma que sea posible, como sugiere Luci Nussbaum (1991).

Leer, entender y escribir
Enseñar a leer, a entender y a escribir es hoy, como ayer, uno de los objetivos esenciales de la educación obligatoria.

Sin embargo, al enseñar a leer, a entender y a escribir la escuela favorece el aprendizaje escolar de los contenidos educativos de las diversas áreas del currículo.

Al leer y al escribir (y al hablar y al escuchar) los niños y las niñas aprenden también a usar el lenguaje en su calidad (y en su cualidad) de herramienta de comunicación entre las personas y entre las culturas.

 La lectura en la enseñanza obligatoria: cualquier tiempo pasado no fue mejor.

Tradicionalmente, la lectura comprensiva vinculada al estudio, a la resolución de problemas y a las actividades del comentario de textos ha constituido una actividad habitual en las clases. Sin embargo, hoy las cosas no son tan fáciles ya que, al compás de la incorporación a la enseñanza obligatoria de adolescentes y jóvenes de muy diverso origen sociocultural y con diversas capacidades, motivaciones y actitudes, el profesorado constata una y otra vez, tanto el escaso interés por la lectura de un sector significativo del alumnado como sus dificultades a la hora de interpretar de una manera correcta, adecuada y coherente el significado de los textos escritos. 

Frente a la obsesión actual de las administraciones educativas por resolver los problemas de la educación a golpe de ordenadores, y sin que ello suponga por mi parte una actitud apocalíptica ante el uso de las nuevas tecnologías de la información en las aulas, convendría quizá volver a pensar en poner el acento en la enseñanza de las destrezas lingüísticas esenciales en la vida de las personas.

Aunque los tiempos actuales inviten a instalarse en la aldea digital, seguimos habitando en la Galaxia Guttemberg y por tanto sigue siendo necesario crear y transformar el aula en un escenario comunicativo implicado en la tarea de leer, entender y escribir a través de continuos actos de lectura y escritura reflexiva y compartida. 

Pueden revisar la lectura en el siguiente link:

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